Pequeños Actores
- La Butaca del Teatro
- 15 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Juega, expresa, crea y ¡crece!

Muchos padres cuando piensan con sus hijos en las actividades extraescolares que pueden hacer estos, buscan que se diviertan, pero sobretodo que puedan adquirir algunas herramientas que les ayuden en su desarrollo. Sin duda, el teatro es una de estas actividades por todas las habilidades que ayuda a desarrollar y todo lo que integra.
Por ello, Casa Teatro Cussia hace un año fomenta el desarrollo expresivo corporal, emocional, cognitivo y social a través del juego dramático para niños y niñas a partir de 4 años. Este taller impartido por la maestra y actriz Katherine Rodríguez consta de dos meses, las clases son dos días a la semana y cada día consta de dos horas de clase.
“El teatro para niños es un complemento necesario para su formación ya que les ayuda a descubrir muchas habilidades que no saben que tienen o a veces lo saben, pero les da miedo demostrarlas. Esta actividad les aporta seguridad y motivación personal”, manifestó la maestra Rodríguez.
¿Qué hace el niño en las clases de Casa Teatro Cussia?

El primer mes:
Imagina. A través de dinámicas dejan volar su imaginación.
Crea. Involucrando cuerpo y mente. Los niños y niñas desarrollan su capacidad simbólica de expresión a través de signos, para crear su visión de la realidad.
Juega. El niño utiliza el juego como medio de representación de la realidad y modo natural de aprendizaje.
El segundo mes:
Hace teatro. El teatro le ayuda a desenvolverse, divertirse, le ayuda a sentirte libre ya que ofrecen muchos lenguajes y materiales: Títeres, cuentos, disfraces, etc.
Vive. Situaciones y personajes que les enseñan a entender y amar la vida.
El teatro infantil funciona así como complemento educativo, de tres maneras simultáneas. Por un lado, el teatro puede enseñar ciertos valores o conceptos, como la solidaridad o el trabajo en equipo. Por otro, supone la creación del público del futuro; un público muy exigente, que tiene muy claros sus gustos y no dudará en expresarlos. Por último, el escenario de una función de teatro infantil es una fuente de estímulos constantes.

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